2010/07/31

Muuu


Hacia calor, y como aquí existe una ilusión de río, pensé en visitarlo. Me bañe, unos shorts, una camiseta y unos converse hicieron de mi vestuario, agarre una cámara que tenia meses cogiendo polvo sobre un libro de Avelino Stanley en mi comoda y sali. Llevaba el pelo rizado porque peinarse en este clima es molesto. Camine un rato mientras escuchaba a Juan Luis Guerra en el playlist de mi alcatel, ni me acordaba de que tenia esas canciones. Cruce par de avenidas infestadas de conchos antes de llegar a la rivera densamente contaminada con todo lo imaginable y un poco mas, había bainas de todo tipo en todas partes y yo les tiraba fotos. En eso me topo con una vaca de esas de las que muerden, no se si fue mi imaginación o en realidad estaba pescando jaibas... Seguía haciendo calor y me hice dos colitas con mis dos rastas. La vaca no se movía así que la hice protagonista de mis fotos, siempre he querido ordeñar una, si no fuera porque esta tenia mirada de loca lo hubiese intentado. En eso estaba cuando vi en la otra orilla par de carajitos en cuera jugando con chichiguas de papel y un trasvesti los hacia entrar a la casa y se iba, que se yo, posiblemente a trabajar... La vaca se va, parece que ni para ella soy buena compañia. Me siento en una sillita toda destartalada que esta en la orilla simplemente porque esta es mi historia y pasa lo que me venga en gana. Me hubiese encantado enfocar desde arriba semejante escena, una jeva de mamei lumínico en medio de tanta suciedad, pero como me era imposible mis piernas me sirvieron de modelos. Ya cuando no resistí mas las picaduras de los mosquitos y otras alimañas escale la basura para llegar a la calle. Un hombre paso vendiendo yum yum y me antoje de uno. Cuidándome de que no me picara una abeja lo compre. Fui a casa de mi abuela en un concho. Llegue y me acosté en su hamaca aun pensando en la vaca, le había puesto nombre... Manchas...