2013/08/05

Nueve anillos continuos y tres arcos discontinuos de partículas de hielo, rocas y polvo.

Descalza caminaba por el pasto de mis memorias, de repente me detengo ante una imagen que me acongojaba, me veía sentada, en el verde suelo con olor a verano, observando no mas de 10 niños jugar emocionados entre ellos, correteando como solo uno de ellos sabe hacerlo. De pronto uno me ve por el rabillo del ojo, sigue jugando siempre teniéndome en cuenta. Y cuando poco a poco, mientras leía yo un libro seguramente de fantasías probablemente ilógicas, los demás se fueron yendo con lo que espero fuesen sus padres. El pequeño, que tenia cara de llamarse Franco, me ve de soslayo y se acerca. Tuvo que haber tenido unos 7 años, pelo castaño bien corto, con esa piel de porcelana color chocolate caramelo que me dio ganas de abrazarlo, algo bajo para su edad, pero hermoso como cualquier infante. Parado frente a mi con la mirada me mide y me reta, se sienta a mi lado, me pasa su mano por el cabello y juega con mis rizos, me pregunta: "¿cuantos anillos tiene saturno?". En ese momento pase a otra memoria, seguro no tan buena, seguro falsa y monótona como la vida que tuve antes de vivirme. Y ese recuerdo quizá no era mas que una fantasía, como la de mis libros, pero mía...

No hay comentarios:

Publicar un comentario